19 mar 2010

ROMINA GAETANI Para nada histérica


Dice que le gusta estar sola. Este año va a probar como cantante.No soy una mina histérica" Dice que tiene "pocos grises" y que le gusta estar sola. Y que este año se va a probar como cantante. Retrato de una chica de barrio que sabe fotografiar. Silvina Lamazares slamazares@clarin.com No es disociación, precisamente. Es, cuanto menos, claridad para preservar a la persona del personaje. Legitimada como heroína de telenovela, sus fotos derrochan sensualidad y misterio. Pareciera la cuerda de la estridencia, como pintada de rojo. Más de uno la ha definido como una sutil `comehombres’. Pero, sin cámaras ni guiones, aparecen los tonos pasteles para pintar el perfil de una chica de barrio, que dice haber sido una nena varonera, que apuesta a la serenidad, que se refugia en la meditación, que llega vestida con un amplio pantalón de algodón y una camiseta, que no pretende sostener la magia de la otra imagen. En esa dualidad, bien manejada se intuye, se mueve Romina Gaetani. "Disfruto mucho de estar sola", dice su voz grave, antes de encontrar en sus tiempos de niña bonita las raíces de esa elección: "Cuando era chica tenía un estado, cómo explicarlo... Me gustaba estar en mi mundo, más allá de lo que pasara alrededor. Ese estado lo sigo conservando, y encuentro sanidad en eso. En la infancia jugaba con mis amigas y hacía las cosas que hacen todos los chicos, pero también me encantaba estar entre grandes. Por ejemplo, disfrutaba muchísimo de estar con las amigas de mi mamá. Me sentaba a la mesa con ellas y las escuchaba y yo me hacía mi película. Si hablaban en código nunca me di cuenta". A los 32 años, frente a una ensalada de arroz y a un puñado de recuerdos de su infancia en San Martín, repasa la época "en la que se podía jugar en la calle, donde aprendí a andar en bici o donde corría como loca cuando hacíamos ring-raje. Vivía en un barrio, pero barrio, muy cerca de una villa, La rana, en San Andrés, y así y todo no h a b ía p e l i g ro . C u a n d o f u i adolescente ya se empezaban a complicar las cosas y después terminamos mudándonos porque a mi papá lo secuestraron dos veces". El barrio, como concepto, se le cuela en cierta simpleza de las formas, en algunas definiciones con las que ensaya un autorretrato verbal, con los colores del caso. "La verdad es que tengo muy pocos grises. Soy lo que ves, transparente, para nada enroscada, no puedo caretear lo que siento... Y no soy una mina histérica. Al otro, creo, siempre le queda claro lo que me pasa, lo bueno y lo malo", reconoce una de las protagonistas de Botineras (a las 23, por Telefe), que debutó como actriz hace 12 años, en El rey David, la comedia musical de Pepito Cibrián. De ahí paso "a un bolo que hice en Verano del 98, después vino Chiquititas y enseguida llegaron las novelas de la tarde", enumera la actriz que el año pasado fue `la bella dama de Don Juan’ en la siesta de Telefe, con un rating por momentos superior a varios del prime time (horario central). Si bien asegura que "de chica contestaba que quería ser actriz y me formé para eso", también suelta que "este año quiero que el tema de la música deje de ser una asignatura pendiente. Hace unos años tuve la propuesta de hacer un disco, de armar una banda, y lo intenté, pero mi propia exigencia de hacer las cosas muy bien hizo que pusiera un poco el parate. Me di cuenta de que, aunque estaba estudiando, me faltaban algunas herramientas". Con doce años casi ininterrumpidos de TV y siete de estudios en Metafísica, comparte que "ahora me estoy replanteando un poco la carrera, no para dejar de actuar ni mucho menos, sino para hacer también otras cosas. Hace un tiempito tenía un proyecto para producir un periodístico y transitar ese mundo del otro lado de la cámara, pero surgió lo de Botineras y lo frené. Y, por otro lado, voy a animarme al canto, a perder el miedo y el prejuicio... Yo me crié escuchando música, mi viejo ponía mucho jazz y a través de los discos de mi hermano, que es más grande que yo, empecé a acercarme al pop y al rock. Creo que tengo como exquisito el oído... Para mí no hay mejor plan que quedarme en casa con un buen disco de fondo". Dice que sus padres "siempre están a mano, son buenos ejemplos para mí", que pide ayuda "cuando toco fondo", que "me desmorono rápido, pero me levanto rápido también", que está "lejos de los escándalos". Dice que a veces le "cuesta compatibilizar la energía de este laburo, muy asociada al ego, con el camino que busco a través de la meditación y la Metafísica. Pero la llevo. Es un buen modo de equilibrar. Andar por el camino espiritual es un viaje de ida que me emociona, siento que me hace más rica, que me permite ver cosas que antes pasaba por arriba", dice, franca, sin el maquillaje de la chica de las fotos.


Empieza la semana de la moda

Del lunes 22 de abril hasta el viernes 29 será el Buenos Aires Alta Moda (BAAM), el evento que dirige y organiza Héctor Vidal Rivas. Su 32º edición se llevará a cabo en el en el Salón San Isidro del Hotel Sheraton.

El primer desfile será el lunes a las 18 Horas. Quien cerrará la pasada de Laurencio Adot será la protagonista de "Botineras", Romina Gaetani.
Entre las modelos que desfilarán por la pasarela serán Julieta Prandi e Ingrid Grudke.
La moda Argentina estará representada por: Laurencio Adot-Adriana Costantini, Claudio Cosano, Rafael Garofalo, Sathya, Sylvie Burstin, Menage à Trois-Dorina Vidoni, Iaia Cano, Fabián Zitta, Calandra, Leticia Carossella, Verónica de la Canal y un Taller de Tendencias con Carla Rodríguez y Fabián Medina Flores. Del exterior llegarán las colecciones de Delhi Fashion Week, Nachiket Barve y Anita Dongre, el Carrousel del Louvre con Guy Laroche, la Pasarela Punta del Este de Nicolás Osano, Asunción Fashion Week con Karen Daher, de Colombia Eduardo González y desde Bélgica la diseñadora Argentina Deborah Velásquez. Además se hará el desfile de los 50 años de la Revista “Vanidades” el viernes 26 a las 18hs con sorpresas como las colecciones de Kenzo, Max Mara, Benito Fernández, Fabián Zitta y El Camarín.

17 mar 2010

Romina Gaetani, de novia con Hernán Nisenbaum

Luego de separarse del empresario inmobiliario Paulo Fabri, la actriz de “Botineras” inició una historia de amor con el reconocido RR. PP.
“Estoy separada. Es algo muy reciente todavía. Estoy sola y muy bien. Teníamos planes de casamiento, pero, bueno, las cosas se dieron así. Preferiría no hablar mucho del tema por respeto a él que no es del ambiente”, declaró Romina ante la prensa al momento de la ruptura.
“Estoy muy abocada a la tira y no tengo mucho tiempo para pensar en otra cosa La verdad es que me siento muy bien y muy feliz Laboralmente, estoy en una muy buena etapa y me concentro sólo en el trabajo”, declaró hace pocas semanas la actriz de “Botineras”, quien regresó al país para personificar a Mía en la ficción de Underground.
No obstante, agregó al momento de anunciar la separación del empresario inmobiliario Paulo Fabri: “Estoy separada. Es algo muy reciente todavía. Estoy sola y muy bien. Teníamos planes de casamiento, pero, bueno, las cosas se dieron así. Preferiría no hablar mucho del tema por respeto a él que no es del ambiente”.
Lo cierto es que pocas semanas después de ser anunciado su separación, Primiciasya.com puede confirmar en exclusiva que Romina ya rehizo su vida sentimental.
En este caso, Gaetani inició un romance con el RR. PP. Hernán Nisenbaum, a quien conoce desde hace varios años pero que recién ahora se enganchó con él. Viva l`amore!


Misterio en la novela: Florencia Peña no está pero está en Botineras





En el capítulo de este miércoles de “Botineras”, Laura (Romina Gaetani) se desvive por resolver el misterio del asesinato de Giselle (FLorencia Peña). Pero, los sospechosos son varios y muy peligrosos. Cada paso que ella da para acercarse a averiguar quién mató a su amiga, la deja expuesta en su condición de policía encubierta. Nino (Gonzalo Valenzuela) y Tato (Damián de Santo) le hacen saber que están dispuestos a investigarla en serio si los sigue presionando.Sin embargo, Laura no está sola. El inspector Salgado (Pablo Rago) se presenta en su deparamento para apoyarla. El problema es que mientras ambos pasan un momento agradable, llega Cristian (Nicolás Cabré).